19 de marzo de 2012

Las cruces de mayo en Alvarado: el mundo globalizado y multicultural


En esta sexta entrega del texto de investigación de Iskra Sabino Las cruces de mayo en Alvarado, Iskra nos da las claves -mediante el análisis de las nociones "multiculturalismo" y "pluralismo"- para entender la transformación de la memoria ligada a la tradición de las cruces de mayo.
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Las cruces de mayo en Alvarado: Entre lo tradicional y lo actual, el devenir cultural de Alvarado
Iskra Sabino
(Sexta entrega)

Capítulo IV.
La inclusión de Alvarado al mundo globalizado y multicultural.

Encierro de Burros, Alvarado, Veracruz. Foto: Agencia Cuartoscuro
 
4.1 Multiculturalismo y pluralismo
En la actualidad, es muy común escuchar términos como: multiculturalismo o pluralismo, estos dos conceptos, que nacen junto con las necesidades de definir a las nuevas sociedades, surgen con la época capitalista, donde la globalización afecta los rincones más lejanos e inimaginables. Pero el estudio correcto de estos dos vocablos puede llegar a dar algunas de las respuestas que se buscan, a veces desesperadamente, para dar solución a los diversos fenómenos que afectan a las nuevas ideologías dentro del campo del respeto y la tolerancia social, y a todo aquello que es diferente al “otro”, este fenómeno, el de la “diferencia”, ha menoscabado a determinadas sociedades durante su proceso histórico y ha influido, de manera determinante, en diversas culturas. Es entonces que estos sucesos pueden ser explicados por medio de nuevas teorías, como el estudio que realiza el sociólogo Giovanni Sartori en su libro La sociedad multiétnica1 y por el investigador en filosofía, León Olivé que en su texto Multiculturalismo y Pluralismo,2 nos entrega una nueva propuesta multiculturalista. Pero antes de dar inicio a este apartado, habría que comenzar por definir lo que no es multicultural. El vocablo mulpiculturalismo nos remite a pensar en la existencia de muchas y variadas culturas; pero la palabra “cultura” también puede relacionarse con la identidad lingüística de una población, la identidad religiosa, la identidad étnica y hasta la identidad sexual para las feministas. Para Giovanni Sartori estos ejemplos demuestran que no todo lo que se dafine como cultura lo es, pues la diversidad cultural nada tiene que ver con la diversidad étnica, ya que una no define a la otra y viceversa.3 Para entender esto de forma más clara, habría que hacer una revisión de cómo utilizamos las palabras para definir ciertos contextos o circunstancias, así que se tendría que ir directamente a un diccionario a buscar el verdadero significado de los términos que usamos cotidianamente para comunicarnos. Desafortunadamente, las personas utilizamos palabras que normalmente no entendemos o más bien, creemos saber cuál es su función; debido a estos malos usos del lenguaje las palabras o conceptos se van distorsionando, hasta perder su verdadero significado y la palabra “multicultural” es una de ellas. Las diferencias que existen entre las palabras multirracial y multiétnico, advirtiendo que multirracial proviene del griego y la segunda es una palabra que se ha utilizado en la modernidad. Para muchos, estos dos conceptos podrían ser semejantes, pero dentro de la evolución lingüística la concepción de “etnia” llega a ser más extensa que el de “raza”.4



Una identidad étnica no sólo es racial sino también una identidad basada en características lingüísticas, de costumbres y de tradiciones culturales. En cambio, una identidad racial es en primera instancia una (más estricta) identidad biológica que se basa, para empezar; en el color de la piel. Por otra parte, raza es también un concepto antropológico que sobrepasa, como tal, el de etnia. Por tanto, hoy por hoy la distinción es sobre todo ésta: que el predicado “étnico” se usa en sentido neutral, mientras que “raza” y racial suelen ser calificaciones descalificantes para uso y consumo polémico.5



Después de haber argumentado y diferenciado sobre lo que significa ser “multicultural” y “multirracial”, se continuará con la definición, por medio de la teoría sartoriana, los contrastes que existen entre: pluralismo y multiculturalismo, que generalmente son vistos como analogías o por el contrario, como la negación el uno del otro. Primero se tiene que tener en claro que el pluralismo expone una situación, que puede ser la forma en la que nos relacionamos con otros individuos y mientras que el multiculturalismo se refiere a la condición con la que nace cada sujeto. Giovanni Sartori argumenta que el pluralismo es el término que mejor explica la sociedad abierta, y con esto habla de una sociedad libre, por ser este el conceppo que mejor define las creencias de valor y los elementos que han forjado históricamente este tipo de sociedades.6 Desafortunadamente el pluralismo es una palabra que se ha puesto de moda, como muchas otras, pero que en realidad se desconoce su verdadero significado y que en la actualidad no satisface las nuevas necesidades sociales. El pluralismo comienza con Arthur Bentley en The Process of Government en 1908.7 Sartori subraya que pluralismo no es sinónimo de pluralidad, por eso distingue tres niveles de análisis: el pluralismo como creencia; el pluralismo social y el pluralismo político.8 El primero alude a la diversidad y no a la igualdad, al disentir y no a la solidaridad, al cambio y no al pasivismo. Pero el pluralismo trata cualquier identidad, ya sea esta voluntaria o involuntaria de la misma manera, entonces si no existe un respeto a esa pluralidad no existe el pluralismo como tal. En el pluralismo social encontramos que no existen sociedades iguales, excepto en la concepción utópica del mismo término, ya que las sociedades se diferencian unas de otras por diversos motivos, ya que son un tipo específico de estructura social. En el campo de la política el término “pluralismo” apunta hacia la pluralidad grupal que a su vez es independiente y no posee ningún rasgo de exclusividad. Aquí Sartori muestra cómo estas partes se han transformado en partidos políticos dentro de los cuales surge un conflicto entre el reconocimiento de los significados de consenso y conflicto. “Por tanto debe quedar claro que el elemento central de la Weltanschauung pluralista no es ni el consenso ni el conflicto, sino, en cambio la dialéctica deljdisentir, y a través de ella un debatir que en parte presupone consenso y en parte adquiere intensidad de conflicto, pero que no se resuelve en ninguno de estos dos términos.”9 Para éste sociólogo el principio esencial es el consenso que acontece a partir de la aprobación de las reglas y su resolución ante los conflictos. Asimismo, no se debe pensar que el término “consenso” tiene alguna semejanza con la unanimidad, ya que el consenso pluralista tiene que ver más bien con un proceso entre mentes e intereses que son discordantes. “Consenso es un proceso de compromisos y convergencias en continuo cambio entre convicciones divergentes”. 10 Ahora bien, en la sociedad multiétnica de Sartori el pluralismo y el multiculturalismo no son conceptos opuestos pero depende del valor que se le atribuya a cada una de estas concepciones que la lectura del discurso cambia. El multiculturalismo es visto, a grandes rasgos, como la existencia de la multiplicidad de culturas y se define como una posibilidad del pluralismo. Pero si al multiculturalismo se le da el grado de valor, nace un conflicto que lo hace entrar en pugna con el pluralismo:


El pluralismo nace en un mismo parto con la tolerancia y la tolerancia no ensalza tanto al otro y a la alteridad: los acepta. Lo que equivale a decir que el pluralismo defiende, pero también frena la diversidad. Para el pluralismo, la homogeneización es un mal y la asimilación es un bien. Además, el pluralismo, como es tolerante, no es agresivo, no es belicoso. Pero, aunque sea de manera pacífica, combate la desintegración.11



Por otra parte, el multiculturalismo presenta dos interpretaciones. La primera habla de un multiculturalismo que se encuentra subyugado ante los preceptos del pluralismo. Y la segunda es la que se vive en la actualidad, donde se puede interpretar una situación totalmente diferente, ya que el multiculturalismo se ha convertido en la negación del pluralismo. Los orígenes de ésta nueva concepción multicultural se desprenden de las ideas marxistas, y es que antes de ser adoptado por los intelectuales americanos, ya había surgido con los neomarxistas ingleses, que estaban influenciados por Foucault. Esta nueva forma de multiculturalismo suple la lucha de clases anticapitalistas por la lucha cultural anti-establishment.12 Después de realizar este planteamienpo sobre ha ideología sartoriana, queda claro que, al nacer dentro de un ámbito cultural, donde adoptamos una posición simbólica, porque el hombre, según el significado antropológico, es un “animal simbólico”,13 debido a que nace y se desenvuelve en un mundo que está repleto de simbolismos, debe comprender que de las civilizaciones emanan otras nociones de cultura, ya que la palabra misma lo especifica. Habitamos un mundo en el que las culturas son muchas y la cultura puede representar a una entidad lingüística, religiosa, étnica o sexual.14 Y en el que, por lo tanto, los símbolos son tan diversos y se construyen desde múltiples parámetros. León Olivé define dos conceptos de multiculturalismo: el factual y el normativo. El primero se refiere a las sociedades multiculturales como es la situación de México, Perú, Bolivia o Ecuador entre muchos otros países del mundo que presentan entidades en las que cohabitan distintas culturas. El segundo está relacionado con los estándares sociales, los cuales son tomados como modelos para realizar acuerdos y llevarlos a la praxis por los representantes de los Estados e integrantes de las diferentes culturas, así como de fracciones políticas, de los ciudadanos en general, de organizaciones no gubernamentales y de organismos internacionales en materia de políticas culturales.15 Lo cual implicaría un proceso de modelización y de un intento de planeación cultural. Los esquemas que plantean estos grupos comprenden proyectos sobre las culturas, sus funciones, sus derechos y obligaciones. De esta forma se idea todo un programa que plantea la manera en la que se deben dar las relaciones entre las culturas y los individuos y por consiguiente, entre las diferentes culturas.



León Olivé apunta que, debido a las diferencias entre las sociedades multiculturales el modelo o tipo a seguir no es el mismo para todas, así que, se debe de encontrar un estándar que se adecue mejor a cada sociedad:


Joseph Raz ha distinguido entre dos tipos de países multicultqrales. En un caso, las comunida`es cuentan con territorio propio y viven en zonas geográficas claramente delimitadas; como los quebequenses en Canadá, o los escoceses en Gran Bretaña. En otros casos, comunidades muy diferenciadas, como las de los chicanos, los hispanos y los negros, en Estados Unidos, comparten muchos espacios públicos y servicios con el resto de la sociedad, sin que exista la separación geográfica.
Will Kimlicka ha distinguido entre «Estados multinacionales», es decir, aquellos en los cuales coexisten una o más naciones dentro de un único Estado (por ejemplo España o Suiza), y Estados «poli étnicos», a saber, aquellos compuestos por diferentes grupos de inmigrantes, provenientes de culturas diferentes y que mantienen, hasta cierto punto, algunas particularidades étnicas. Éste es típicamente el caso de Estados Unidos.16



Para Raz y Kymlicka existen grandes diferencias entre las fronteras de estos dos tipos de multiculturalismo, pero que no determinan su contexto multicultural, ya que su existencia encaja en varios de los puntos que a su vez son
intermedios dentro de este constante buscar la mejor opción para el derecho a una mejor convivencia, que nace a partir de nuestras diferencias culturales, sociales, religiosas e ideológicas.17 8br />


XnAhora bien, León Olivé habla de un pluralismo basado en la posición filosófica constructivista de la obra de Thomas Kuhn, también puede llegar a tomar el nombre de constructivismo kantiano, porque se ha fundamentado en algunas de las ideas de éste filósofo. Con la obra de Kuhn se reconoce el regreso de la epistemología dentro de las comunidades científicas y las comunidades en general; de esta forma se pueden explorar los modelos conceptuales y las prácticas sociales.18 Dentro de esta misma línea, Kuhn le da continuidad al pensamiento de Ludwick Fleck, La génesis y el desarrollo de un hecho científico,19 sobre el cual su autor hace referencia a la siguiente tesis:



Los hechos cinéticos tiene una génesis y un desarrollo, los hechos científicos no son dados ni tienen una existencia independiente de lo sujetos, de sus prácticas y de sus aparatos cognoscitivos y herramientas conceptuales. Los hechos son construcciones; en las tesis de Fleck y de Kuhn, son construcciones sociales, son construcciones en las cuales siempre participa una comunidad, y no individuos aislados.20



La teoría principal del constructivismo se centra en la siguiente idea: “los marcos conceptuales tienen una fuerte implicación ontológica: son constitutivos de los objetos de conocimiento, y el mundo formado por esos objetos, como dice Kuhn, es lo que en general se llama, ‘el mundo real’”.21



Esta breva introducción sobre al constructivismo es necesaria para poder entender el concepto de pluralismo, ya que según esta teoría la existencia no es más que la consecuencia de las suposiciones que admitimos y de las experiencias que llevamos a cabo. Así que este tipo de constructivismo se puede definir como devastador. Pero existe otra descripción de éste mismo concepto que no cae dentro del relativismo extremo y que se apega mucho más a la definición pluralista que buscamos para explicar los problemas que afectan a los individuos que integran una misma comunidad: el constructivismo fundamental.22 Este tipo de constructivismo propone, de cierta forma, un tipo de realismo que establece el modelo multicultural que se desea definir.



La tesis constructivista fundamental es entones, que el contenido del conocimiento y de las teorías científicas está determinado por el marco conceptual y el paradigma que comparten los miembros de una comunidad, el que presuponen en sus prácticas y en sus aproximaciones a la realidad para conocerla y para interactuar con ella. Por ejemplo, para transformarla.23



De acuerdo con esto, lo que al constructivismo expone es que el mundo sensible, el cual está construido por hechos y objetos, es totalmente diferente para todas las culturas ó para las comunidades científicas, pues la interpretación de éste mundo depende de los medios conceptuales con los que cuentan esas culturas o comunidades y de los métodos que utilizan para adquirir su conocimiento. Lo que pretende León Olivé al combinar el constructivismo con el pluralismo es mostrar que existen otras formas de conocer la realidad y que cualquiera de estas prácticas es válida:


El meollo de la concepción pluralista con respecto al conocimiento es que existen diferentes maneras legítimas de conocer la realidad, por medio de
las prácticas y de los recursos cognoscitivos de los seres humanos. Esto supone admitir una realidad que es el objeto del conocimiento, pero se trata de una realidad que se «deja» conocer de muy diversas maneras, aunque no de «cualquier» manera.
24



El pluralismo, para Olivé, representa la realidad desde una óptica específica, en la que intervienen intereses y propósitos ya estipulados, y para la que no existen razones que lleven a pensar que deben aproximarse a una representación única. En este texto expone que el conocimiento no está relacionado únicamente con las prácticas, ya que los conocimientos de los seres humanos son totalmente distintos. Por lo tanto, estas diferencias vuelven imposible la existencia de una teoría del mundo que muestre una verdad absoluta. “El pluralismo rechaza, pues, la idea de que exista, de hecho o potencialmente, una única representación completa y verdadera de la realidad a la cual deban acceder todos los seres humanos, ni siquiera a largo plazo, sea cual sea la cultura o la comunidad epistémica a la que pertenazca.”25 León Olivé para comprender, más claramente, cómo se relacionan el constructivismo y el pluralismo, ejemplifica el mundo como conjunto de objetos y de relaciones que se complementan, que a su vez se encuentran instituidos por los esquemas y las prácticas que llevan a cabo los integrantes de ciertas comunidades con la realidad. Esto lleva a que la tesis pluralista asevere que este conjunto de prácticas y de esquemas conceptuales, que son determinados por las diferencias que existen entre las culturas, son heterogéneos. Así que la teoría pluralista afirma que existen diferentes mundos de hecho, que por lo tanto, pueden exponer un conocimiento legítimo de la realidad, pero que es imposible creer que describan una verdad absoluta de ella. Después de esta breve interpretación sobre el análisis pluralista, se debe aclarar que cuando se habla de respeto social y cultural no necesariamente se tiene que hacer referencia inmediata a una posición pluralista, ya que el pluralismo no habla de pluralidad y como ya se mencionó anteriormente, el pluralismo es una situación que no tiene opción, se tiene que acatar como una regla determinante, sobre todo en la manera en la que nos relacionamos con otros individuos. Así que para realizar un análisis, estudio o investigación acerca de cualquiera de estos dos nuevos conceptos, que en realidad no lo son tanto, se deban de conocer, a la perfección, las características que los hacen tan diferentes.



El multiculturalismo, hoy en día, es la voz que se pronuncia por una nueva ideología, es el deseo que intenta razonar las diferencias por medio del reconocimiento de la autenticidad; de la identidad y sobre todo, de la diferencia. Y es tomando como base estos valores multiculturales que la sociedad alvaradeña debe aprender a entender cómo cada individuo concibe de diferentes formas las tradiciones. Es un hecho que la sociedad se concibe, a sí misma, como un conjunto de individuos que están regidos por reglas, creadas por ese mismo círculo social, y que es el deber de cada uno acatarlas de la misma forma. La simple idea de que alguien se salga de los parámetros establecidos inicia un conflicto. Pero también la necesidad de progresk y de cambio se ha acentuado sobre la posibilidad de cambios constantes, el conocimiento, las costumbres que se hacen diferentes, el uso de tecnologías novedosas, la instauración de universidades, todo eso implica cambios que fundamentan una modernidad en constante movimiento.



Por otra parte, hay una visión tradicionalista que se puede ejemplificar con la forma que tienen los adultos mayores de proyectar su legado histórico-cultural, y que debido a su experiencia de vida son considerados, por muchos, como los sabios del lugar. Puede ser real que estos sujetos conozcan mejor que nadie la historia de su lugar natal, pero eso no significa que entiendan que el respeto a las nuevas visiones, sobre todo de las nuevas generaciones, es el elemento que los podría conducir hacia una vida marcada por la tolerancia y el respeto.


Es así que los maestros, que en realidad fueron los que enriquecieron con sus opiniones el video-documental que presenta esta investigación, sean los principales encargados de difundir el respeto y la conciencia de las tradiciones que caracterizan esta comunidad. Pero también es importante que ellos sean consientes deXnque el respeto hacia la diversidad es un valor que ellos mismos tienen que adoptar como un nuevo valor, que se va marcando cada vez con mayor firmeza en este nuevo siglo.

(CONTINÚA EN LA SIGUIENTA ENTREGA)
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Notas 3.2
1 Giovanni Sartori, La sociedad multiétnica. Pluralismo, multiculturalismo extranjero, Nueva edición. Taurus, México 2001.
2 León Olivé, Multiculturalismo y Pluralismo. Biblioteca Iberoamericana de Ensayo, Paidós, México 1999.
3 Cfr. Giovanni Sartori, op. cit., p. 74.
4 Cfr. Ibídem, p. 76.
5 Ídem.
6 Cfr. Ibídem, p. 19
7 Cfr. Ibídem, p. 32.
8 Cfr. Ibídem, p. 35.
9 Ibídem, p. 40.
10 Ibídem, p. 41.
11 Ibídem, p. 66.
12 Cfr. Ibídem, p. 68.
13 Cfr. Ibídem, p. 73. Esta misma postura ha sido sustentada por Ernest Cassirer, ya que para él “la razón es un término verdaderamente inadecuado para abarcar las formas de la vida cultural humana en toda su riqueza y diversidad, pero todas estas formas son formas simbólicas. Por lo tanto, en lugar de definir al hombre como un animal racional, lo definiremos como un animal simbólico.” Ernest Cassirer, Antropología filosófica, México, FCE, 1977, pp. 47-49.
14 Cfr. Ibídem, p. 74.
15 Cfr. León Olivé, op. cit., pp. 58-59.
16 Idem.
17 Cfr. Ibídem, pp. 59-61.
18 Cfr. Ibídem, p. 113.
19 Cfr. Ibídem, p. 114.
20 Idem. [citado por el autor]
21 Loc. cit.
22 Ibídem, p. 115.
23 Loc. cit.
24 Ibídem, p.121.
25 Ibid.

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